Encuentra tu propia fórmula para trabajar en remoto y no desfallecer
Después de analizar qué aspectos son los que más te desagradan del teletrabajo.
Puedes pasar a tratar de buscar una solución.
Tal como hemos apuntado al principio, quizá la situación se alargue más de lo previsto.
Te proponemos tres vías basadas en la clasificación que hemos propuesto en el apartado anterior.
Puedes probar a ver qué tal te funcionan.
Pero te animamos a que encuentres tus propios remedios adaptados a tus circunstancias:
Si te resulta difícil separar la vida laboral de la personal.
Puedes emplear aplicaciones que controlen el tiempo que dedicas al trabajo.
De esta manera, serás consciente de tu jornada real a pesar de las interrupciones que puedas sufrir en el día.
Cuando no puedes centrarte en tus tareas, puedes jerarquizarlas en función de la concentración que requieran.
Trata de ubicar las que más atención demanden cuando tengas mayor tranquilidad en casa
Y en el momento del día que te encuentres con más lucidez.
En el caso de que te cueste relacionarte con tu entorno, quizá estás viviendo una época dorada en tu vida.
Sin embargo, si el distanciamiento de tus compañeros te pesa.
Propón encuentros virtuales con cierta periodicidad
Y, si es posible, queda físicamente con los que más confianza tengas para recuperar los lazos.