Trabajar desde casa es una actividad cada vez más frecuente. De hecho, hay algunos profesiones en las que el desplazamiento al lugar de trabajo se convierte en una simple formalidad. Por este motivo, muchas empresas están empezando a adoptar esta nueva modalidad, el teletrabajo.
El Teletrabajo está definido en el Acuerdo Marco Europeo sobre Teletrabajo como “una forma de organización y/o realización del trabajo, en la cual un trabajo que podría ser realizado igualmente en los locales de la empresa se efectúa fuera de estos de forma regular”
Esta nueva modalidad es vista como una fórmula para ahorrar tiempo y gastos de desplazamiento. Además, esta opción aumenta las posibilidades laborales de las personas con dificultades para trasladarse, Además se plantea como una herramienta de armonía laboral y familiar.
No obstante, el común y lo que tradición de la “presencia” genera hoy en día muchos prejuicios en el marcado laboral. En este sentido, el gran avance de la tecnología ha abierto muchas puertas a nuevas opciones, pero hay muchos que están en un periodo de adaptación. Y ante esto hay que borrar el paradigma que trabajar desde casa equivale a no hacer nada, a menos rendimiento. Pero, está también en nosotros cambiar ese concepto y realizar un esfuerzo e impulsar esta nueva idea para que funcione.
En este post te presentamos algunos tips básicos para que sea ameno tu nuevo “home office”
- Considerarlo un trabajo tan serio como el presencial. Lo más importante es que tú mismo te lo tomes en serio. Así pues, debes valorar este empleo como cualquier otro.
- Fijar horarios y hábitos estrictos. Otra cuestión básica es establecer una rutina diaria. En este sentido, es recomendable poner el despertador con tiempo, ducharse y desayunar antes de empezar. Igual que si tuviéramos que salir de casa.
- Tener un espacio donde trabajar. Trabajar en el dormitorio o la cocina no es buena idea. El desorden o la asociación de ideas con otras obligaciones nos pueden desconcentrar.
- Mantener el contacto con los compañeros. Aunque no se vean a diario, hay muchas maneras de tener una relación fluida con los compañeros: quedar para comer, hablar por las redes sociales, trabajar presencialmente algunos días, entre otros.
- Separar el ocio de las obligaciones laborales. El teletrabajo tiene el riesgo de volvernos adictos al mundo laboral. Aunque tengamos acceso al sistema de la empresa o al email de trabajo, hay que saber separar las diversas actividades de la vida.
- El sedentarismo no ayuda. Si trabajamos desde casa y además salimos poco a la calle, estamos expuestos a problemas de salud. Así pues, antes o después de trabajar, establece en tu rutina diaria hacer ejercicio.
- Hacer pequeñas pausas para comer o estirar los músculos. Las contracturas pueden aparecer si estamos mucho rato en la misma posición. Igualmente, tomemos unos minutos para estirarnos, para relajar los músculos, para drenar un poco el estrés que podamos tener.
- No consultar las redes sociales. Cuando trabajamos solos y desde casa, la tentación de consultar las redes sociales es mayor. Evítalas.
- Tener un email y un teléfono de trabajo. Es útil para separar la actividad personal de la laboral. No uses el correo electrónico privado para trabajar.
- Contar con el apoyo de quienes conviven con nosotros. La familia debe contribuir a respetar los espacios, el tiempo y a no molestar.